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Ron Montero es una de las marcas de ron más emblemáticas de España, con una historia que se remonta a 1963 en Motril, Granada. Fundada por Francisco Montero, la destilería ha mantenido viva la tradición de la caña de azúcar en la Costa Tropical, siendo una de las pocas en el país que sigue elaborando ron con métodos artesanales.

La marca se distingue por su compromiso con la calidad y la autenticidad, produciendo rones suaves y elegantes que reflejan el carácter mediterráneo. Su filosofía se basa en el respeto por la tradición, la pasión por el buen hacer y la búsqueda constante de la excelencia, valores que han permitido a Ron Montero consolidarse como un referente en el sector.

En cada botella se encapsula una historia de tradición, esfuerzo y amor por la tierra, algo que la marca comunica a través de su imagen y sus campañas publicitarias. Ron Montero no es solo una bebida; es un legado que evoca momentos de disfrute, reuniones entre amigos y el placer de lo auténtico.

El enfoque de esta campaña publicitaria es dar a conocer la marca Ron Montero no solo en Granada, sino también en el resto del mundo. De ahí surge el claim elegido: «De Granada para el mundo entero».

Para lograr este objetivo, se utilizarán elementos icónicos de la cultura granadina que refuercen el mensaje publicitario. En concreto, se tomará como inspiración el ambiente único de las cuevas del Albaicín, famosas por sus tablaos flamencos, que aportan autenticidad y tradición. Además, se integrarán otros elementos representativos del flamenco, como la silla andaluza, la mesa de mimbre y los tacones de flamenca, para crear una imagen que conecte la riqueza cultural de Granada con una propuesta moderna y global.

La campaña gira en torno a una imagen icónica: una cueva del Albaicín, iluminada tenuemente, que alberga una mesa, una silla y unos tacones flamencos dispuestos con intención simbólica. Esta escena representa la esencia de Granada: intimidad, fuerza, arte y tradición. La ausencia de personas convierte el espacio en un lugar suspendido en el tiempo, evocando la historia que respira la tierra granadina.

El ron, como testigo silencioso, aparece como parte natural del entorno, integrándose en la escena como una pieza más de la cultura. Esta representación busca emocionar al espectador, despertar la curiosidad por lo auténtico y posicionar a Ron Montero como un producto que lleva consigo el alma del sur, ahora preparado para viajar al resto del país.

Este trabajo es un proyecto personal, no comercial y sin relación directa con la marca Ron Montero. Ha sido desarrollado con fines creativos y académicos, como ejercicio de conceptualización y ejecución de una campaña publicitaria que explore la identidad de marca desde un enfoque cultural y emocional. La intención ha sido crear una propuesta coherente, visualmente evocadora y con capacidad de conexión simbólica, demostrando cómo la comunicación puede ser vehículo de tradición y sentido de pertenencia.